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El Kintsugi es un arte japonés que consiste en reparar los objetos de porcelana utilizando oro, plata y platino. En su filosofía nos dice que las cosas pueden ser reparadas convirtiendo este hecho en parte de la historia del objeto, en lugar de disfrazar las rupturas.

Según Christy Barlett: "El Kintsugi es una expresión física de la expresión del espíritu conocida como mushin... Mushin es literalmente traducido como 'Sin importancia', pero lleva consigo connotaciones de plena existencia dentro del momento, ningún apego y ecuanimidad en medio de condiciones cambiantes..."

Eso de "Sin importancia", me suena a un "hakuna matata" a la japonesa, con profundas raices filosóficas y muy pulido ¿No creen?

Retomando el Kitsugi; hoy aprendí sobre la existencia de la técnica porque una amiga publicó en facebook una frase que dice: 
"Cuando una persona te decepciona, nada vuelve a ser como antes." 

Con esta publicación se desató una interesante conversación. Yo mencioné que considero que defraudar la confianza de alguien es como romper un plato, aun si puedes repararlo, este nunca quedará igual. A lo que otra persona respondió que se puede reparar las cosas y pueden quedar hasta mejor que como antes, y como ejemplo pone el Kitsugi.

A partir de esto, creo que puedo aumentar mi entendimiento sobre lo del plato roto. Considero que cuando ofendemos a una persona, no solamente basta con pedir perdón, esto sería como simplemente recoger los pedazos del plato roto. Aunque la persona nos perdone, perdonar es un acto que libera a esa persona (y hablo de perdonar sinceramente), pero ¿Qué nos libera a nosotros de la ofensa que hemos cometido? El remordimiento no es algo en lo que yo crea y espero que en otra ocasión les pueda platicar mi pensamiento sobre eso, pero así como la filosofía Mushi lo dice, hay que vivir sin apegos, y vivir de remordimiento sería vivir con un apego dañino.

Sin embargo creo que como lo dice el Kitsugi, este daño puede ser parte de la historia de nuestra relación con una persona, siempre y cuando con paciencia, dedicación y amor, nos dediquemos y trabajemos en restaurar (no reparar) nuestra relación con esta persona, en ser merecedores de esa confianza de nuevo. Lo cual no consiste en ser perdonados, sino en darnos cuenta que quizá tenemos un defecto que puede dañar nuestras relaciones con los demás y recapacitar en si realmente queremos eso con nosotros, y si no es así trabajar en ser mejores y trabajar en recuperar esa relación con la persona, transformándola positivamente.

Algo de lo que platicamos, a raíz del tema, es que hay muchas personas que  piden disculpas y con eso creen que todo volverá a ser igual, y hasta se molestan si no lo es. Y hay muchas otras que si el ofendido no menciona el tema, no tienen incluso la modestia de decir "discúlpame", sino que para ellos con ignorar el tema y hacer como que nada pasó ya todo está resuelto. Eso definitivamente no es así, creo que es importante preguntarle a la persona qué ofendimos como se siente al respecto, y si de sobra lo sabemos, trabajar en reparar nuestra relación con la persona como lo mencioné anteriormente, cosa que si se hace consciente y profundamente seguramente no será fácil.

De cualquier manera, trabajando en ello o no, una ofensa cambia las cosas para siempre, si se deja así muy probablemente para mal, si se le toma la importancia que realmente tiene puede traer un fortalecimiento de la relación.

No pretendo que esto que yo pienso o escribo sea una enseñanza para nadie, más que para mí misma, no pretendo que lo que pienso no tenga defectos o les agrade a todos, lo que sí pretendo con escribir esto es hacer un pequeño borrador que aísla una pequeña conclusión de algo en el que he venido pensando hace tiempo, y por motivos de tiempo no puedo plasmar en su total extensión todo lo que pienso sobre ello, ni todo lo que se dijo en la conversación en la que tuve la oportunidad de participar. Quiero dejar un testimonio escrito de esta ocasión de reflexión que se presentó hoy e invitarles a pensar sus propias conclusiones sobre las relaciones humanas, las ofensas, el perdón y el arte de reparar los objetos. También quiero con esto invitarlos a conocer más acerca de esta filosofía y otras qué hablan de lo mismo, y por supuesto si quieren compartirme su opinión estaría encantada de saber que piensan.







Me gustó esta frase que encontré en un libro de filosofía llamado "The body in the mind", de Mark Johnson. Es un libro de tipo académico.

"...To describe an objetive reality of this sort, we need language that expresses concepts that map onto the objects, properties, and relations in a literal, unequivocal, context-independent fashion. Reasoning to gain knowledge of our world is seen as requiring the joining of such concepts into propositions that describes aspects of reality. Reason is thus a purely formal capacity to conect up, and draw inferences from, this literal concepts according to rules of logic. Words are arbitrary symbols which, tough meaningless in themselves, get they meaning by virtue of their capacity to correspond directly to things in the world. And rational thought can be viewed of an algorithm of manipulation of these symbols." 

Nunca se me había ocurrido ver al pensamiento racional, como un algoritmo que sirve para manipular símbolos y esos símbolos son las palabras.

El fin de semana asistí a chismosear al J'Fest, el festival de música asiática que se llevó a cabo en la "Expo Reforma" el fin de semana.

Encontré muchas cosas curiosas que comprar, y entre ellas lo que más me llamó la atención fue una exposición de arte de la tienda Tatoki. Tatoki está formada por dos jóvenes, Takemi Shinji (él) y Kiyomi Tanamachi (ella), ellos son pareja y juntos hacen arte. Él se dedica al acuarela, y ella al diseño de modas.

La verdad es que no me dí tiempo para apreciar bien los cuadros de Takemi, pero me encontré una postal que vendían que me llamó mucho la atención desde el principio, y por eso la compré.

Hoy antes de sentarme aquí a ver que había de nuevo en la red, me puse a leer lo que decía atrás de la postal que compré en Tatoki y me encontré una lección valiosa. Tengo que admitir que estoy un poco triste y me sorprendió lo adecuado que es este texto, de acuerdo a lo que vivo ahora.

La pintura que aparece en la postal se titula "Anahata". Y este es el referido escrito:

ANAHATA
Colección: 7 chakras
año 2012
Acuarela sobre papel
37 x 27 cm
by TATOKI
"Anahata es el chakra del amor que se encuentra en el corazón, su símbolo es una flor de loto con 12 pétalos y representa la emoción, la compación, el amor, el equilibrio y el bienestar."

Más abajo dice así:

"Equilibra este chackra amando... a tu forma... como sea pero ama, siéntelo y disfrútalo, no tengas miedo a las decepciones, al dolor o al fracaso... el amor siempre va de la mano de sentimientos "feos" pero son esos sentimientos los que te hacen valorar lo que amas.

Ama y sigue amando. Busca y deja que te encuentren... no maldigas por todos los amores perdidos del pasado y mejor da gracias por que los tuviste... gracias a todo eso que viviste y sufriste, amaste y reíste... gracias a todo eso eres lo que eres ahora."

Dedicado a mi amiga Hanako Yuzawa

Desde niña siempre fui atraída por la cultura norteamericana y también la japonesa. La norteamericana me llamó mucho la atención principalmente por su música, sus programas de televisión y su indudable influencia en México como país vecino, y modelo a seguir en muchas cosas.

El cómo empecé a interactuar con la cultura japonesa, sin embargo, fue algo diferente, que simplemente llegó a mi vida aparentemente por accidente. Lo primero que recuerdo es que mi abuelita tenía una gran admiración por las culturas orientales, ella siempre tenía en la casa cuadros de pagodas, y hacía bordados con japonesas ataviadas con hermosos kimonos. 

Mi segundo acercamiento llegó más tarde cuando me subí con mi mamá, mis primas y mi tía Lety a un barco japonés, y le pedí a un marino que escribiera mi nombre. El marinero escribió mi nombre en hiragana, y escribió el nombre de él en kanji, ahora lo sé, pero en ese momento solo fui llamada por los misteriosos y elegantes símbolos que desde ese entonces me obsesioné por entender.

Luego llegó mi adolescencia y conocí la animación japonesa, desde entonces fui admiradora de ese mundo, tan lejano a mi, y con costumbres a veces tan diferentes a las mías. No puedo negar que siempre quise conocer a una persona de japón para preguntarle todas mis dudas.

Más tarde, cuando salí de la preparatoria conocí a dos japoneses, Tomoyuki Yamazaki y Akiko Nojiri. Ellos fueron enviados por JICA para dar clases en mi pueblo, y principalmente traté con Akiko, quien vivió en casa de mi prima durante algún tiempo, y se convirtió en parte de la familia.

Después de la preparatoria me fui a vivir a Xalapa para estudiar en el Tecnológico, por los últimos semestres que estuve ahí, mi amigo Jose Luis empezó a estudiar japonés, y el conoció a muchos asiáticos a los cuales nunca me atrevía a acercarme porque me daba pena.

Años después vine a vivir a la ciudad México, y se presentó la oportunidad que había buscado desde niña, de aprender japonés en la UNAM. Ahí conocí a mis profesores Nagaoka sensei y Fujita sensei.

Mi primera maestra, Mikiko Nagaoka es la japonesa clásica con modales perfectos, aquella que camina suavemente cual si estuviese flotando, y con una sonrisa que ilumina; de las que se ven en las películas. Ella es muy linda y asistir a su clase se convirtió en una de las mejores cosas de mis días. Mientras tanto Naoki Fujita es el japonés más extravagante que he conocido, lo dicen hasta los mismos japoneses, pero su clase era divertidísima, tenía mucho tiempo que no salía con dolor de panza de un lugar por tanto reirme.

A finales de mi primer semestre de japonés, y principios del segundo yo estaba atravesando por un problema personal, de esos problemas sentimentales que a todos nos toca una vez pasar, pero que cuando tenemos no sabemos cómo resolverlos. Recuerdo que mi mente estaba hecha cachos por esos días, y mi corazón también, y recuerdo un día en particular cuando había decidido no ir a japonés, a la clase de Naoki, porque me sentía como sin alma en el cuerpo, pero mi amiga Chely me animó a seguir.

Aún hoy, me sigo preguntando ¿Por qué fui a clases ese día?...

En el momento en el que llegué a mi clase, estaban ahí presentándose dos japonesas Tomoko Nomura y Hanako Yuzawa, cuando llegué, estaba terminando de hablar Hanako, y escribió su nombre y correo en el pizarrón. Ellas querían conocer a personas mexicanas que estuvieran interesadas en aprener japonés, para poder "intercambiar idiomas". Anoté su correo, y creo que desde ese momento me calló bien, así que en la tarde decidí escribirle para invitarla a tomar un café.

Desde ese día nos volvimos amigas, y durante el año que ella estuvo en México fuimos a todas partes. Tengo muchos amigos en el D.F., pero la verdad es que Hana siempre tenía tiempo para mí, y se convirtió de repente en mi indiscutible compañera de pato-aveturas, o tal vez yo me convertí en su compañera... No lo sé.

Yo estaba consciente de que esta amistad iniciaba por el interés de ella de aprender español, y a decir verdad no esperaba que nos convirtiéramos en tan buenas amigas. Creo que su presencia me ayudó un poco a calmar mi corazón, que en ese momento estaba en tormenta, principalmente porque al inicio las barreras de idioma no me permitían contarle mis ridículas penas amorosas, como lo podía hacer con mis amigos mexicanos, así que cuando estaba con ella, simplemente me olvidaba del problema.

Después del día que conocí a Hana, conocí la ciudad de México más que en los casi dos años que había vivido aquí. También conocí a muchos amigos de Hana como Riichi Suzuki y Ryota Nishimura, cuya pasión por el futbol los trajo a México. Así mismo, me relacioné con Ken Adachi, Yohei Sakai, Asuna Nakamura, Go Katayama, Manami Naito,  Mutsumi Okui y otros estudiantes extrangeros, no japoneses, como Kim Orleans de Estados Unidos, Amondi Rabar de Kenia (quien me enseñó que Hakuna Matata es una frase en suajili),  Hyumin Shin, Bitna Kim e Injae Choi de Korea e Inés Cheng de China.

Sin embargo, además de las buenas amistades, creo que una de las cosas más valiosas que conservo como recuerdo de la estancia de Hana en México, es el aprender a ver a mi país desde una perspectiva diferente a la que yo lo veía, compartiendo mis puntos de vista con una persona que nació muy lejos de aquí.

A través de esta viviencia, pude notar que lo que más le duele a México, y lo que más nos pone en lejanía con el primer mundo oriental, no es la distancia en kilómetros, sino las diferencias entre clases, que en mi país, siguen siendo muy marcadas, se marcan hasta en la forma de hablar.

Hana se sorprendió mucho una vez que le explicaba que en México, la clase pobre habla diferente a la clase alta. Ella me contó que en Japón hay muchas diferencias en la forma de hablar de un joven o un adulto mayor, y también desde luego, de una región a otra, pero que no existe una diferencia para hablar entre un pobre y un rico.

Hana también me mostró su sorpresa sobre que en México hubiera "ricos muuuuuuuy ricos, y pobres muuuuuy pobres".  - La mayoría de los japoneses son de clase media - Me dijo - Y yo pensé que son de la clase "media-alta", porque en México, la clase "media-baja", que constituye la mayoría de la clase media,  no puede vivir con tantos "lujos" como vive la clase media en Japón.

Hay muchos ejemplos en donde se ven estas diferencias sociales de las que platico, por ejemplo una de las cosas más sorprendentes que Hana vio en México, eran los vendedores ambulantes del metro - "Eso no hay en Japón"- decía Hana - Así como las personas que juegan con pelotas o fuego en los cruceros.

En Japón tampoco hay "muchachas", como me dijo Riichi Suzuki, porque los japoneses de clase media no pueden pagar lo suficiente para tener una "maid", las "maid" son exclusivas de las casas de ricos. La razón por la que un japonés de clase media no puede pagar una maid, aun cuando tiene mayores ingresos que un mexicano de clase media, es porque las maid cobran un salario digno (ellas también son de clase media), mientras que a veces nosotros en México infravaloramos el trabajo de los demás, y le pagamos muy poco a quien limpia nuestra casa. Creo que somos nuestros propios verdugos.

Entendí también que la mayoría de los japoneses no solamente limpian su casa por obligación, así que recordé las palabras de mi amigo Riichiro Suzuki, quien me dijo "Yo quiero limpiar mi casa, porque es MI CASA". Estó me hizo pensar que para el japonés, asear su espacio es una especie de ritual, en donde se acerca a sí mismo.

Quizá, una de las cosas que provoca más diferencias en México, es el tiempo de educación que nos imparten a la mayoría. En México, ni siquiera las escuelas particulares aseguran la calidad de la educación que brindan. En Japón, primero que nada, no existen las escuelas en la tarde, porque la obligación de los niños es estudiar y un niño no debe trabajar, pues la ley castiga fuertemente al padre que pone a trabajar a su hijo. Por eso, no es tan necesario tener escuelas vespertinas o nocturnas como ocurre por acá.

Sobre la educación, recuerdo que Ken Adachi me preguntó una vez si yo no sabía nadar, a lo que yo respondí que no. El me contó que en todas las escuelas en el norte de Japón, les enseñan a los niños a esquiar, mientras que en las escuelas de el centro y sur, todos los niños aprenden a nadar, como parte de la clase de educación física. No sé muy bien como es en la ciudad de México, o en ciudades como Xalapa, pero en Altotonga donde yo me crié, los maestros de educación física no existieron hasta que estuve en quinto o sexto grado, y cuando existieron a veces iban y a veces no. Tampoco pude dejar de pensar, cuando Kentaro me comentó esto, que mi maestro de secundaria, a pesar de siempre estar en la escuela, no siempre daba clases, aunque debo decir que gracias a un permiso que me consiguió mi mamá, yo nunca asistía a educación física, cosa que mi amiga Arely siempre va a recordar con desagrado, pero esa es otra historia.

Ken también me contó, que en las escuelas en Japón, tienen clases para aprender a hacer de comer y a alimentarse. Supongo que es por ello que la comida japonesa es tan sabrosa y tan sana. Los japoneses, también aprenden en la escuela a realizar los labores de la casa, desde como asear y cómo cambiar un foco hasta como hacer una instalación de luz y que materiales necesitas para construirte un techo.

De las pláticas con Hana y sus amigos, aprendí muchas cosas, y durante el tiempo que ella estuvo aquí, también conocí a otra chica japonesa llamada Megumi Kubo, a Megu-chan, como la llamo, la conocí porque ella era asistente de la clase de japonés de la maestra Martha, a la que asistí en tercer semestre. La clase de la maestra Martha era muy buena, ella es la primera mexicana que me dio clases de japonés en el CELE de la UNAM, y tiene su lugar muy merecido ahí, porque domina el japonés y además tiene técnicas muy entretenidas e interesantes con las que realmente aprendes, es una excelente maestra.

Megu-chan es una chica muy inteligente, ella estaba estudiando literatura en la UNAM, como parte de un programa de intercambio con su universidad en Japón. De Megumi aprendí muchas cosas también, sobre todo en una clase donde ella nos platicó de las diferencias  entre las "buenas costumbres" entre México y Japón. Ella habló de algo que Hana y otros amigos ya me habían hecho notar,  "la impuntualidad".

 "A los japoneses les gusta organizar" - dijo Megumi, por eso cuando te dicen que tienes una cita a cierta hora debes llegar puntualmente, porque es de muy mala educación llegar tarde, eso significa que no tienes respeto hacía la otra persona.

Aquí en México, y más en la ciudad, la impuntualidad es la "organizadora del caos", porque hasta el transporte público es impuntual. Los microbuses y el metro no tienen hora de llegada, mientras que en Japón, en cada parada hay un intinerario escrito, que es respetado celosamente; así aunque vayas en transporte público es posible planear tus tiempos mucho mejor.

Megumi y la maestra Martha, también nos contaron en clase, que en Japón está muy mal visto llegar a visitar a una casa sin avisar, esto incomoda y a veces hasta hace enojar al anfitrión, quien seguramente ya tenía planeadas otras cosas antes de sus visitas incómodas.

Con respecto a los modales, algo que me llamó mucho la atención, es que son totalmente dependientes de la cultura, y una cosa que puede ser considerada de buena educación en un país, es muy mal vista en otro. Por ejemplo, los japoneses se quitan los zapatos al entrar a un lugar como la casa o la escuela,  pero un mexicano no concibe muy bien la idea de quitarse los zapatos en una casa que no sea la suya. Por otro lado, un japonés no puede pensar en comer la sopa o tomar el té sin hacer ruido con la boca, y para un mexicano esto es motivo de fuerte reprimenda por parte de mamá cuando es pequeño.

En fin, retomando mis experiencias con Megumi, algo que creo que le gustaba a ella acerca de México, es que en los trabajos no se tiene tanta presión como en Japón, creo que los mexicanos siempre nos damos tiempo para ser felices, aunque a veces exageramos un poco (nunca se exagera con ser feliz, pero si con darnos demasiado tiempo para parrandear), pero creo que la alegría es una de nuestras fuertes cualidades, que junto a nuestra "amabilidad" hacen sentir a los extrangeros como Megumi y Hana a gusto en nuestro país.

Cuando escribo esto, Megu y Hana ya están en japón, y sólo puedo decir que me siento contenta de tener amigas al otro lado del mundo, que despiertan cuando yo me voy a dormir, y que duermen cuando yo estoy despertando. Me acuerdo del rey Felipe II cuando decía "En mis dominios no se pone el sol", refiriéndose a que tenía territorios tanto en América como en Europa, por lo que siempre era de día en alguna parte que era gobernada por el. Yo no tengo dominios, pero si les puedo decir que el sol de la amistad siempre me ilumina, porque siempre tengo un amigo despierto en algún lugar del mundo.

El día que Hana se fue, me puse muy nostálgica, y no pude dejar de pensar en que tardaría mucho tiempo para volver a salir de "patita de perro" con ella y recorrer la ciudad. Un día anterior a ese, tuvimos una plática acerca de lo que ella pensaba hacer en Japón, y recuerdo que me dio su últimos puntos de vista sobre México. 

Hana dijo, que los japoneses siempre están pensando en el futuro, y los mexicanos siempre estamos pensando en el día de hoy. También me dijo que para un japonés lo más importante siempre es cumplir sus sueños, mientras que para un mexicano está primero la familia, los amigos, "lo del corazón"... - No he decidido cual es mejor... - Dijo Hana - Pero mi pensamiento es que lo más importante es luchar por tus sueños, aunque entiendo que lo bueno es pensamiento mexicano... - Anadió.

Yo sabía que un japonés pone antes que nada cumplir sus metas, porque Riichi Suzuki también  me platicó una vez, que cuando tenía una novia, le daba a su novia un lugar importante, pero para el primero estaba su sueño, "El futbol". Supongo que esto es lo que lleva a los japoneses a que todo su trabajo siempre tenga calidad, a esforzarse al máximo, y no dejar las cosas a medias.

Aprendí muchísimas cosas de Hana, de Megu, y de sus amigos. Son tantas experiencias que  no podría contar todas en este espacio. Pero de aquella que fue, una de mis últimas pláticas con Hana en México, me enseñó que quiero planear el futuro como japonés, y poder ver más allá de lo que está frente a mis narices, pero también quiero vivir el presente intensamente como mexicana que soy. Hoy quiero pelear por mis sueños como japonés, con mucho ahínco y ser más disciplinada, pero para mí siempre estarán primero mis seres queridos.  

Después de haber visto México, a través de la mirada de los japoneses, después de ver un México sin igual, lleno de colorido y de alegría, me da más orgullo ser mexicana, y puedo decir que México, es el país en donde tengo más amigos en el mundo, pero el segundo país donde tengo más amigos es Japón, cuya gente amable e inteligente me ha abierto las puertas de su corazón.

どうもありがとうございまず華ちゃん!
Como siempre soy inconstante, y hace tiempo no tenía nada que escribir, hecho que se contrapone a lo que voy a compartir con ustedes en este blog.

Pues bien, durante el mes de abril tuve la fortuna de conocerhttp://latam.square-enix.com/Home. Ojalá muchos de ustedes puedan particiar.
a Fukushima san (CEO de Square Enix) ya que vino a México, a invitar a los desarrolladores de juegos de video a participar en su concurso en Latino América 

Fukishima CEO de Square Enix
El Sr. Fukushima dijo que venía a México para fundar un Square Enix LATAM, sin embargo no estaba seguro aun de que fuera en nuestro país, por eso en su visita a este lado del mundo decidió examinar varias opciones, México, Brasil o Chile. Yo espero que sea México, pero lo interesante es que este brillante empresario visualiza un mercado sólido para los juegos en Latino América y el piensa que en 10 años tendremos una industria fuerte en el mercado de juegos para móviles, lo cual me agradó mucho saber.

Debo decir que el Señor me dejó con una grata impresión, ya que cuando salió de la conferencia algunas personas lo esperamos para tomarnos una foto con el, la verdad eramos pocos, quizá 10, sin embargo su acompañante mexicano con una actitud prepotente dijo que solo le iba a permitir tomarse a 3 personas fotografías con el Señor Fukushima, sin dar alguna explicación del por qué, yo no pude tomarme una foto, pero al salir me encontré que el importante empresario iba saliendo hacia el auto que lo llevaría a no se dónde y yo me acerqué, así que con una seña el señor me llamó para tomarme la foto con el. Esta actitud habla de que el, a pesar de ser uno de los gigantes de la industria del video juego, sigue siendo una persona sencilla.

Pero bueno, lo anterior es solo una pequeña anécdota, lo que realmente me gustaría compartir con ustedes es lo que este hombre transmitió en su conferencia, sobre todo 3 pequeños consejos muy interesantes, estos consejos los dio para quienes se van a inscribir al concurso que vino a promocionar, sin embargo creo que aplican muy bien para todo aquel que quiere iniciar un proyecto.

1. Encuentra las fortalezas de tu equipo: Fukushima dijo que lo más importante en un equipo es darse cuenta cual es la fortaleza que tenemos, el dijo que si entre los que querían concursar existía un equipo con un gran músico, entonces que trataran de hacer una obra explotando este aspecto, así mismo si en tu equipo se encuentra un conjunto de buenos programadores entonces para tu producto deberás concentrarte en obtener algo con un mérito técnico muy alto.

2. Buscar la inspiración: el empresario dijo que algunas veces estamos carentes de inspiración, y que no encontramos esa idea creativa para hacer un juego o en su caso cualquier otro tipo de producto, así que comentó que cuando esto pasara nos pusiéramos muy atentos a observar nuestro alrededor y sobre todo en el caso de los video juegos, prestáramos especial atención al cine, a la televisión, a la música y a los libros que son exitosos en nuestro país, porque dice que el mercado en que más pueden consumir nuestros productos es el mercado interno, ya que solo los mexicanos saben realmente lo que los mexicanos quieren. Una vez que observemos y encontremos este "producto" exitoso, entonces que "pensemos y pensemos" acerca de la clave de su éxito, preguntándonos ¿Por qué esta canción, este libro, esta película, o esta tv novela tiene éxito?¿Cuál es su esencia? Y una vez que encontremos esta esencia, entonces la plasmemos en nuestro trabajo.

3. No copiar ideas: Fukushima san dijo que buscáramos inspiración en otros medios, sin embargo lo que enfatizó es que sobre todo en industrias como la del video juego lo que gana público es que la idea sea original, así que evitemos copiar una idea de otro, porque eso nos restará mérito, ya que aunque nuestro producto sea bueno nunca dejará de ser el producto de otra persona, no el nuestro.

4. Akira Toriyama también va al baño: entre la audiencia alguien le preguntó al empresario japonés acerca de cual había sido su experiencia al trabajar con grandes dibujantes como Akira Toriyama (y otro cuyo nombre no recuerdo) y preguntó cuál de los dos era mejor dibujante, a lo que Fukushima respondió que ambos eran muy buenos, pero más que nada quería que nos diéramos cuenta que gente tan grandiosa como Akira Toriyama también tiene dedos, también tiene manos, también tiene pies y también va al baño... como "tú", el dijo que lo que hacía grandiosos a estos hombres no era que fueran diferentes a nosotros, sino que ellos descubrieron cuales eran sus talentos y los trabajaron duramente para llegar a ser mejores cada día.

Estas fueron las cosas que en lo particular me parecieron más interesantes del mensaje de Fukushima, y son consejos que además de plasmar aquí para compartirlos, los guardo en el ciberespacio para recordarlos, porque creo que no los deberé perder de vista.

Pero tal vez a estas alturas si recuerdan el título de este escrito se estarán preguntando ¿Y Botero?¿Qué tiene que ver aquí Botero? Pues Botero tiene mucho que ver casualmente, ya que en días anteriores al arribo de Fukushima a tierras mexicanas, también se encontraba aquí el gran pintor colombiano Botero, y en una entrevista en la televisión con un conocido reportero mexicano este le preguntó: Maestro ¿Cuál es el secreto de su éxito? Y la respuesta fue muy interesante y como lo creo yo muy acorde y complementaria a lo que escuché de Fukushima:

El Maestro Botero dijo que  no tiene un secreto, y que un pintor simplemente no se puede quedar esperando a que le llegue "la idea", lo que el hace es trabajar y pintar todos los días, porque la pintura es un arte muy celosa y que si deja de ejercitarla pierde práctica, sin embargo eso no quiere decir que todas sus pinturas sean un boom, o le guste mostrarlas. El Maestro Botero dijo que cuando termina un cuadro lo guarda por un par de meses y si cuando lo vuelve a ver le gusta, entonces es el cuadro elegido para mostrar a una galería. 

Lo que el Maestro Botero dijo es otro conjunto de ideas que me gustaría conservar, ya que parafraseando pienso que esto significa que no te puedes quedar simplemente sentado a que te llegue una maravillosa idea creativa, sino que tienes que trabajar en todas tus ideas, arduamente y si una de ellas es excepcional entonces te darás cuenta, pero una manera que el aconseja para visualizarla es esperar un tiempo para poderla evaluar, ya que el menciona que guarda sus cuadros y los ve más tarde, porque si los evalua de inmediato ya los ha visto tanto mientras los trabajaba que no los puede valorar, y se puede engañar a sí mismo. Otra cosa que me gustaría rescatar es que el Maestro Botero resalta ser su propio juez y su juez más exigente y creo que es algo que todos deberíamos hacer... tomarnos el tiempo para reflexionar acerca de si nuestro trabajo en realidad nos satisface o no, y ser constantes para mejorar.

Espero que estas ideas les gusten tanto como a mí. Un saludo a todos los que me leen. Recuerden que según dicen los hermetistas, si esto llega a tí es porque eres apto para recibirlo. Yo diría que la lectura elige a sus lectores...

May the force be with you...

Aquí es donde se une la UNAM y el Politécnico, la jarocha y la chilanga, la jazzista, la rockera, la cantante de pop, la de ópera, el flautista y el chelista, en la sala Nezahualcoyotl de el recinto cultural de Ciudad Universitaria, esta noche, la del 31 de marzo a las 20:30 horas en un llamado a concientizar sobre la situación de nuestros hermanos japoneses.

Tuve la oportunidad de asistir junto con mi buena amiga Aracely a un concierto cuyas ganancias serán destinadas a reunir fondos para quienes en este momento nos necesitan, "Aquí no hay diferencias entre Haití y Japón, no existe primer, segundo o tercer mundo, sólo existe la necesidad".. dijo sabiamente la presentadora del programa en el arranque de este evento, haciendo varias reflexiones como esta a lo largo del programa, cabe destacar que también mencionó que si es que no se refleja en la cara de los japoneses el dolo que en otros desastres hemos percibido, no es porque no estén sufriendo, es porque su cultura les indica esta manera silencionsa y a mi punto de vista heróica de llevar el dolor, en calma y sin gritos, sin mostrar su desesperación, sin preocupar a otros... eso también me lo había explicado mi prima Claudia, cuando hicimos una reflexión sobre lo que está sucediendo en este lejano país hace ya dos semanas.

Me da gusto poder contribuir un poco con aquella nación que a mi juicio ha hecho tanto por el mundo, y nos ha dado un ejemplo de honor, paz y enteresa, sobre todo en esta situación de dolor, en medio de la cual, a nadie le cabe la menor duda de que veremos NACER EL SOL NUEVAMENTE.

Hablando un poco más del programa, tuve la oportunidad de conocer a la primera directora de orquesta mexicana, la directora artística de la orquesta sinfónica del Instituto Politécnico Nacional, Gabriela Días Alatriste, quién a la batuta de su equipo nos deleitó con un mágico Jazz compuesto por una mexicana, no había escuchado una interpretación de este tipo de un Jazz este arreglo me sonó fascinante.

Destacó también la presencia de Asaf Kolerstein, quien además de regalarnos un solo de Chelo, le hizo compañía al maestro Horacio Franco y a Iraida Noriega. Y hablando de Horacio Franco, este extravagante hombre a quien no conocía, de cuerpo atlético, camisa roja sin abrochar, pantalón blanco y unos zapatos plata que destacaban entre los colores negros de la vestimenta de los demás asistentes, se presentó primero dirigiendo al coro Madrigalistas de Bellas Artes, para después regalarnos una sólo de flauta de una melodía clásica japonesa y para acompañar en la canción Azul a quien cargó en sus brazos, según ella mismo lo dijo, a la veracruzana Natalia Lafourcade.

Mucho se necesita para que una cantante pop sea contemplada en este tipo de eventos, y es que Natalia y Ely son un caso especial, la chaparrita jarocha nos deleitó autoacompañándose con el piano, mientras que Ely Guerra fue la decepción de la noche, o mejor dicho, la decepción de la noche fue que a pesar de ser anunciada en el programa estaba en ese momento en Bellas Artes, y lo único que tuvimos de su magnífica voz fue un fragmento de menos de dos minutos de una canción que cantó desde dónde estaba en un enlace en vivo "gracias a la tecnología", aunque pienso que nadie del público estaba agradecido, ya que no tuvimos la oportunidad de verla en el escenario de madera.

Y como "Ésto no se acaba hasta que canta la gorda", como dijera Bart Simpson, la penúltima interpretación nos la regaló la soprano María Luisa Tamíz, con su mágica y reluciente voz interpretando primero la ópera de Sansón y Dalila y posteriormente una de las joyas del canto popular mexicano, "Amorcito corazón" en compañía de la orquesta.

En lo particular disfruté mucho la intervención de Iraida Noriega quien nos deleitó con una composición muy sentida en la que replicó varias veces su voz para ser la primera, segunda y tercera voz de una canción a quien ella misma dio vida. También me gustó mucho la presencia de otro jarocho, a quien ella interpretó, se trata del maestro Gavilondo Soler (Cri-Cri) que acojido por la voz de esta mujer en un perfecto arreglo de piano de la canción "Muñeca Fea", y la mezcla de una de sus letras que creó para su hijo con una melodía que siempre me hace llegar a las lágrimas "Di porque, dime abuelita...", que me llevó al lado de mi amada abuelita Consuelo.

El concierto cerró con una interpretación de todos los participantes de una composición que fue, según ellos, ensayada ese mismo día, y en la que Iraida Noriega y Natalia Lafourcade reían un poco, creo que se equivocaron jeje...

Amo la música, no nací con el talento de poderla crear, pero nací con la gran bendición de poderla disfrutar, y puedo decir que en lo personal "no podría explicar mi vida sin la música", como dijo mi amigo Frank, y que esta noche acústica estuvo llena de magia y grandes intérpretes, unidos de todo corazón para que nuestro canto mexicano se escuche hasta japón, lo que fue una desgracia es que asistió muy poca gente, eso hace que nuestra aportación quizá sea muy pequeña, pero habrá venido desde nuestra alma... desde el ombligo e la luna hasta el país del sol naciente.



Se acaban de “celebrar ” los comicios electorales en el estado de Veracruz, para gobernador, diputados y ayuntamientos.
La verdad es que he permanecido muy poco en Veracruz esta temporada, sin embargo no faltaron en mi teléfono las llamadas “automáticas” para decirme que Duarte era el padre de la caridad, o aquellas para intentar desvirtuar al Dante Delgado más de lo que ya está.
Que les puedo decir, el juego de la política en mi Estado es muy sucio, y yo creo que en todo México es igual aunque no lo sé con certeza. ¿Cómo es posible hacer una campaña sin proponer, ni demostrar, y enfocarse ensuciar las calles con basura?... ¡Sí señoras y señores “basura”! porque en eso terminan todos los carteles con las caras muchas veces nada agraciadas de los candidatos, que se publicitan como si fueran Shampoo , Toallas Sanitarias o Créditos Bancarios…
El problema aquí es que actualmente los candidatos a puestos políticos se tratan de venderse como productos, en lugar de hacer propuestas con fundamento, y como toda buena marca pagan en la televisión grandes cantidades de dinero por anunciarse, ocultando sus defectos y maximizando sus virtudes, o mejor aun convirtiendo sus obligaciones en virtudes. Esto es lógico porque en la mayoría de nosotros los humanos falta honestidad, y este hecho va a continuar porque tenemos bien sabido que el problema es que no tenemos una sociedad crítica, al menos no para temas políticos, porque ojalá todos tuviéramos el interés, y los conocimientos para elegir a nuestros gobernates con tanto empeño como criticamos a la selección de futbol… Ojalá nos doliera tanto que los políticos hablen puras tonterías en sus campañas y cumplan ni la mitad de sus promesas electorales así como nos duele que la selección haga Sandwich en lugar de hacer goles, porque al fin de cuentas detrás de un candidato existe tanta publicidad o más que la del pan Bimbo, y es lo único que hay.
Y todo este rollo es porque revisando mi correspondencia me dí cuenta de que un candidato para la gubernatura de Veracruz, para ser más precisos el candidato Yúnes Linares por el PAN me envió una “cartita” de felicitación por mi cumpleaños… Y no es la única vez que observo esto en una campaña, yo le pregunto al señor Yúnes…. ¿Para qué le sirve a Veracruz que ud. se acuerde de cuando nací? Digamos que yo nací hace muchos años, y usted se debe estar preocupando por los problemas que nuestro Estado tiene ahora, es más, para que nos dejamos engañar, de que me sirve que haya obtenido de quien sabe dónde la información de los veracruzanos en edad de votar, y su equipo de trabajo haya hecho que una agenda computarizada y se hayan tomado el “grandísimo” esfuerzo de hacerme la barba gastando papel y contaminando el planeta en el tiempo que pudo haber estado realizando obras que beneficien al pueblo, o mínimo me hubiese mandado un correo electrónico diciéndome sus planes para ganar dinero de Veracruz, perdón, para hacer mejor a Veracruz.
Hablando de beneficios, lo que mas lástima me da de esta situación es que quienes nos gobiernan actualmente se preocupen más por los votantes que los ciudadanos, y hagan más por ellos en unos meses de campaña que en varios años de gobierno.
Así es México… y ¿Cómo lo arreglaremos? Porque este país tan hermoso no tiene la culpa de los ciudadanos que le tocaron….
Hello my friends:


Yo soy Akami, y este pretende ser un blog de anécdotas o experiencias personales, para escribir de lo que se pueda, cuando se pueda, sobre todo me gustaría mucho escribir de las pocas cosas que leo, las películas que me impactan o las historias de la que me entero.

Creo que todo lo que nos pasa en la vida podemos tomarlo en un sentido positivo, aunque a veces no es tan fácil, pero siempre hay que recordar que aún en la peor situación en la que hemos estado ganamos un aprendizaje y depende de nosotros si ese aprendizaje es para nuestro bien o para nuestra amargura.