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Túneles

Caminaré por los túneles de esta ciudad desconocida que está sumergida en la niebla del miedo y la desconfianza, aun cuando debajo de la tierra no debiera haber niebla... aunque eso se siente en cada paso que das, la desconfianza que te envuelve cómo una niebla espesa, pero NO es una desconfianza común, NO es aquella que sientes porque tengas él temor a que te roben lo poco que tienes o te engañen, es aquella desconfianza que sientes cuando pisas las piedras del túnel y sabes que ellos no son humanos... es aquella que se respira en el aire, más aún, que se siente en el aire... Pero quiera o no, caminaré por los túneles y pisaré las rocas, y mantendré amarrado a mi ser ese sentimiento de suicidio, pero no aquel qué te dice que no vales la pena y no quieres vivir... 

¡No!... ¡Porque yo si quiero vivir!, ¡Sé que vale la pena que esté aquí!... es sólo que algunas veces siento que las vías me piden que corra hacia ellas, me atrapan con sus manos invisibles y me jalan para que mi cuerpo muerto y destrozado se recueste en ellas, pero yo no quiero ir, nada más que ellas insisten en que "debo" avanzar hacia su oscuridad y esperar el tren desde allá abajo.

Con todo esto, caminaré por los túneles de esta ciudad desconocida, caminaré... ¿O caminé?, porque más bien creo que caminé, que estoy en el pasado esperando a que pase el tren, ya que todo a mi alrededor se ve muy viejo... aunque me pregunto si ya existirá el tren, porque todo lo que veo es una caverna, y la gente en la orilla esperando, gente que me atemoriza porque no confío en nadie, sin embargo sé que tengo que hablar con ellos, porque tengo que preguntarles a dónde ir, pues eso es algo que yo no sé.

Caminé por los túneles de la ciudad desconocida, y me acerqué a la gente, y pregunté, y la gente no respondía con palabras humanas, sólo chillaban y gritaban, porque no eran gente... eran demonios, unos demonios que primero eran gente, pero que tal como sucede en el juego de los encantados, al ser tocados sus oídos por mi voz, son descongelados, igual que cuando eres niño y tocas a tu amigo con la mano y puede correr y seguir jugando, ahora cuando mi voz los alcanza sus caras reblanquecen, sus ojos crecen, su piel sangra.... y chillando y gritando me dicen a dónde ir.